Eliminar la semilla de la duda en la cría de maíz
Basta un grano para contaminar un lote de semillas. Ese individuo renegado persigue a los criadores de maíz porque los granos, con su estructura semifirme, se atascan fácilmente entre las piezas de la máquina si los procesadores de semillas no tienen cuidado.
Pero lo irónico del procesamiento manual es que se pierden los detalles. Cuando los trabajadores están ocupados manipulando los granos y manejando el equipo, su atención se desvía del proceso. Al fin y al cabo, sólo somos humanos. Por suerte, las máquinas realizan mejor las funciones mecánicas.
La automatización reduce los errores
La tecnología avanzada es lo suficientemente inteligente como para manipular los granos con precisión. Tanto si se trata de ajustar la velocidad de trilla como de reducir la humedad a un nivel preciso, clasificar los granos por grado o granular el maíz uniformemente, las máquinas están diseñadas para ofrecer siempre resultados superiores.
"No es una situación de máquina contra humano, sino de máquina contra proceso", observa Lawin Saleh, de Seed Processing Holland. "Ambos compiten por el tiempo y la atención de los operarios".
Los humanos controlan mejor el proceso y evalúan la eficiencia. Al concentrarse en el panorama general, los operarios pueden abordar los problemas con rapidez y anticiparse a los posibles problemas. Y lo que es más importante, son capaces de identificar las áreas que requieren ajustes.
Los datos mejoran el rendimiento
El papel del operario moderno es gestionar la interacción entre la tecnología y el proceso. Los datos permiten conocer el comportamiento de las máquinas y los resultados de los pasos.
Los trabajadores no deberían tener que elegir entre manejar la máquina o supervisar el proceso. El poder de la analítica es que permite a los humanos y a la tecnología "hablar el mismo idioma", como dice Lawin. La tecnología hace su trabajo según la receta, pero una capa de datos genera la información que los trabajadores necesitan para maximizar el flujo.
Las líneas automatizadas limitan el margen de error, pero los datos van un paso más allá y encuentran nuevas formas de aumentar el rendimiento. Al dar un paso atrás, los operarios adquieren un mayor control sobre el proceso, y los ganaderos pueden estar seguros de obtener siempre un lote de calidad.
Casos de clientes
En nuestros más de 55 años de existencia, hemos tenido la oportunidad de realizar numerosos proyectos para nuestros clientes de todo el mundo. Desde máquinas autónomas hasta nuevas líneas de procesamiento de semillas. Para que estos proyectos sean un éxito, hemos colaborado estrechamente para hacer realidad la solución deseada que se adapta perfectamente al espacio disponible.